Las causas más comunes en los incendios de vehículos
Cuando pensamos en un incendio lo hacemos en una vivienda, en una oficina… incluso incendios forestales. Pero lo cierto es que los incendios en los vehículos son más comunes de lo que se suele pensar. Un lugar que forma parte de nuestra vida cotidiana y en el que muchos pasan gran parte de su día a día y, a tenor de los informes de reconstrucción de siniestros, sin prevenir lo más mínimo esta trágica situación.
En todo el territorio español se calcula de media unas 600 incidencias de vehículos en llamas, siendo el origen del incendio en su mayoría debido a tres principales causas:
- Sobrecargas: Gasolina (o gasoil), líquidos de freno, aceite… Son elementos líquidos existentes en la inmensa mayoría de vehículos y causantes de un alto porcentaje de los incendios que estudiamos en la reconstrucción de accidentes de tráfico. La ignición de combustibles sólidos, añadidos a un posible mal estado de protectores plásticos o cables son una causa de incendio debido a sobrecargas o mal funcionamiento eléctrico.
- La batería: Este elemento electroquímico acumulador presente en todos los automóviles es una fuente de calor que puede causar en determinadas circunstancias un incendio en el vehículo. Una mala manipulación de la batería o un mal estado de los bornes de conexión son suficientes para que salte alguna chispa debida a un mal contacto, provocando así un incendio en el vehículo.
- El conductor: Al igual que el factor humano está detrás de la gran mayoría de los accidentes de tráfico, no hay que obviar este factor a la hora de analizar las causas de un incendio en un vehículo. Un clásico en este sentido es una colilla o cigarrillo que se cae en la tapicería, o el mechero mal colocado. No hay que olvidar que en el interior del vehículo existe una mayoría de materiales que pueden resultar inflamables ante un contacto con una fuente de calor.Por si fuera poco, en algunos casos como pueden ser vehículos dedicados a tareas laborales, puede darse el caso de transportar materiales peligros como son los extremadamente inflamables. Algunas sustancias son capaces de acumular vapores, que en circunstancias particulares pueden favorecer la aparición de un incendio.
Como ya comentamos en más de una ocasión, lo mejor para prevenir accidentes de tráfico en general e incendios en particular, es mantener el vehículo en las mejores condiciones posibles, revisando periódicamente todo su funcionamiento. Después de todo, nunca estaremos completamente seguros en un vehículo como para favorecer nosotros mismos estas desagradables circunstancias.